La hermana del rey Felipe VI, la infanta Cristina entrará por la misma puerta que los demás familiares de reclusas

Lunes 18 de Junio de 2018, 19:58

Cristina de Borbón podrá visitar a su marido una vez por semana y no estará autorizada a verle con todos sus hijos a la vez.



La elección de Iñaki Urdangarin en la cárcel de Brieva, Ávila, un presidio de mujeres donde el cuñado del Rey ocupará un módulo en exclusiva, le supondrá un aislamiento absoluto pero además privacidad.

Con las recientes imágenes filtradas de Oriol Junqueras y otros políticos catalanes, el presidio abulense reduce las posibilidades de que este tipo de imágenes trasciendan, explican fuentes penitenciarias. Son las peculiaridades del conocido como "Módulo Roldán".

Sus muros apresan también la información sensible que pueda guardar Urdangarin por haber sido miembro de la Familia Real como marido de la Infanta Cristina. Sin más internos, se corta de raíz que el antiguo Duque de Palma pueda dar cuenta de su historia en esa confianza que se teje entre los que comparten la cárcel. Sin embargo, para la Infanta y los cuatro hijos del matrimonio no habrá más privacidad que la que tienen el resto de los que visitan a sus allegados en la cárcel, como podrían comprobar este mismo fin de semana.

A pesar de tratarse del único recluso en una cárcel de mujeres, las visitas cuentan con una única entrada independientemente del módulo. A la Infanta se la llamará, según el protocolo penitenciario, por el apellido del Recluso: "Famililares de Urdangarin". Es previsible que esta situación concentre la atención del resto de visitantes, por lo que se tratará de extremar la discreción. "Si, por ejemplo, la hora límite de visitas son las 16.30, se les recomendará apurar al límite esa hora y de esa manera evitar coincidir con la mayoría de las visitas, por ejemplo, 15 minutos antes, el tiempo justo para ’huellar", señalan fuentes penitenciarias.

La identificación dactilar, incorporada a la base de datos en la primera visita, se toma siempre antes de entrar y después de salir de la visita, para asegurarse de que nadie que no sea recluso queda dentro. Ni la Infanta ni otros familiares podrán portar bolsos y paquetes. Antes de entrar a la zona de visitas deberán pasar un control y pasar los reconocimientos de los funcionarios. Sin embargo, dado que el preso puede verse sometido a un registro para comprobar que no se le ha entregado ningún objeto prohibido, como teléfonos móviles u otros aparatos electrónicos, dinero en metálico o sustancias estupefacientes.

Las visitas se dividen en dos modalidades. Por un lado las ordinarias, que se realizan en el locutorio, con Urdangarin y su visita separados por una mampara y comunicados a través de un auricular telefónico. Tienen un carácter semanal, con una duración máxima de 40 minutos. Habitualmente tienen lugar los fines de semana, incluidos los viernes.

Se permiten un máximo de cuatro visitantes, por lo que la Infanta nunca podrá compartir visita con todos sus hijos. Tampoco en los vis a vis. Éstos tienen carácter mensual y tienen el mismo límite en cuanto a número de visitantes. Los llamados de Intimidad, cuentan con una duración de entre una y tres horas, explican las fuentes. Sin embargo, existe una variante llamada de Convivencia, pensada sobre todo para el trato con los hijos menores de 10 años, y que pueden extenderse seis horas. Aunque todos los hijos del matrimonio son mayores de esta edad, es muy probable que los hijos de la Infanta y Urdangarin se acojan a esta opción si deciden visitar a su padre.

Los encuentros supondrán para el interno un "oasis en el desierto", debido a la modalidad hermética de su condena. "Tres años completamente solo en un edificio agrava la condena", opinan fuentes penitenciarias. "Encajar su figura es complicado. Un módulo FIES, para internos de especial seguimiento, en los que puede haber 30 o 40 internos sin presos comunes, sino con estudiantes, deportistas, funcionarios, policías... parecía una mejor opción. Mentalmente es muy duro", explican.

Además, a los recién ingresados se les suele asignar como compañero un preso de confianza, alerta ante la evolución psicológica que pueda sufrir el nuevo reo durante las primeras jornadas en prisión. Urdangarin se adaptará, o no, él sólo.


Fuente: http://www.revistavanityfair.es/actualidad/articulos/asi-seran-visitas-a-la-carcel-inaki-urdangarin-infanta-cristina/31761