Malestar de radicales con Macri: cerca de Cano se quejan porque "todavía no bajó un peso para el plan Belgrano"

Lunes 23 de Mayo de 2016, 10:44

Mauricio Macri y José Cano.



Fueron casi tres horas de catarsis. La reconstrucción oficial indica que el debate de la reforma política se llevó casi todo el tiempo y que, recién hacia el final, se discutió la marcha del Gobierno o, más específicamente, lo que en prosa radical llaman los "desafíos coalicionales". La otra reconstrucción invierte el orden de los temas y su peso en la reunión.

A puertas cerradas, la conducción de la UCR, sus ministros y gobernadores, no ocultan el malestar que acumulan con Mauricio Macri por lo que consideran una mezcla de destrato y poca participación. Quedó claro otra vez el martes pasado, en el encuentro que tuvieron en el comité nacional. En público siguen evitando hasta el mínimo roce.

"Queremos que las decisiones se tomen con mayores niveles de consenso", coincidieron, palabras más, palabras menos, tres asistentes a la cita ante el diario La Nación.

El malestar no es generalizado ni mucho menos. Sí es persistente: empezó a tomar forma en las primeras semanas de gobierno y nunca cedió.

La mayoría de los radicales cree que, aunque duras, las últimas medidas económicas del Gobierno son "las que había que tomar". Sin embargo, cuestionan, por ejemplo, el subsidio al precio del petróleo y la política de combate a la inflación.

Más atrás en el tiempo, también critican la quita de retenciones a las mineras sin exigirles controles más estrictos de cuidado del medio ambiente. Y como queja más reciente, gana espacio el malestar de José Cano por la falta de fondos para empezar a ejecutar las obras del Plan Belgrano. Cerca del tucumano no ocultan que, pese a los anuncios pomposos, "todavía no bajó un peso".

Los radicales coinciden con Macri en que la inflación bajará "drásticamente" en el segundo semestre, pero reclaman mayor firmeza del Presidente con los formadores de precios.

En el mismo juego de balanzas ubican los canales de diálogo con el macrismo. Las instancias de intercambio son básicamente dos: la reunión de los jefes de bloque de la UCR y Pro y la cita de los martes del presidente del partido, José Corral y los líderes de las bancadas en Diputados y el Senado, Mario Negri y Ángel Rozas, respectivamente, con el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó.

"El diálogo es bueno y fluido, pero debería ser más. Hay decisiones de las que quedamos afuera", deslizan los radicales más enojados.

En el de la molestia y de los temas pendientes se inscribe el reclamo por un acuerdo social con el PJ y con los gremios, que impulsa Ernesto Sanz, como informó La Nación hace una semana.

El largo tironeo político y parlamentario por la ley antidespidos reforzó el argumento radical de que la estrategia de Pro de buscar acuerdos ley por ley es peligrosa. "No podemos arriesgarnos a quedar siempre entrampados por la lógica del PJ o de [Sergio] Massa", razonan en la cúpula de la UCR.

El debate de la reforma política, que los radicales quieren acelerar, podría mostrar nuevas fisuras. La UCR no quiere saber nada con eliminar la obligatoriedad de votar en las PASO que promueve la Casa Rosada.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1901241-los-radicales-reclaman-mayor-participacion