Las cartas de María Jesús Rivero que guardó "La Chancha" lo prueban todo

Domingo 26 de Junio de 2016, 10:16

EN TRIBUNALES. Fotografiada una de las tantas veces que fue a declarar. La Gaceta / Foto de Franco Vera (archivo).



Los investigadores aún sonríen cuando comentan la situación. Las cartas que le escribió María Jesús Rivero a Rubén “La Chancha” Ale fueron claves en la investigación contra el “Clan Ale”. Ellos dos y otras 14 personas serán enjuiciados por los delitos de lavado de activos, asociación ilícita y presunta producción, tráfico y comercialización de estupefacientes, entre otros delitos, según lo pedido por el juez Federal N° 2, Fernando Poviña.

Los pesquisas, en las tres misivas, que tienen un total de 20 carillas y que fueron escritas entre 2011 y 2013, encontraron indicios para demostrar que “La Chancha” y Rivero realmente eran los propietarios de la remisería Cinco Estrellas y de la Gerenciadora del NOA -que se encargó del gerenciamiento del fútbol de San Martín- y no otras personas que ellos pusieron como testaferros. También, siempre según esos documentos que están en el expediente, hallaron pistas que les permitieron conectar al grupo, que también era liderado por Ángel “El Mono” Ale, con el mundo del narcotráfico.

Rivero y “La Chancha” mantuvieron una relación durante 24 años. Ella, después de separarse, formó pareja con Roberto Dilascio, que fue elegido para figurar como el presidente de la Gerenciadora. Él (Ale) se relacionó con María Florencia Cuño -aparece como dueña de la remisería Cinco Estrellas- y con Valeria Bestán -la pusieron al frente de la Boutique que vendía ropa oficial del “santo” en La Ciudadela-. Los tres mencionados también deberán afrontar un tribunal, según lo decidió el juez Poviña, al estar acusados de ser testaferros del “Clan Ale”.

Las cartas fueron escritas cuando la pareja se disputaba la división de bienes. Lo llamativo del caso es que Rivero llegó hasta firmar y poner su número de documento en una de ellas. Pero es casi increíble que “La Chancha” haya decidido guardarlas en una de sus propiedades. Al parecer, nunca pensó que alguna fuerza la encontraría y, mucho menos, que terminarían siendo fundamentales para que la Justicia avanzara en la investigación en su contra y perjudicar a otros como Fabián González y Víctor “Pelao” Suárez.

“La Chancha”, a toda costa, quiso negar ser propietario de Cinco Estrellas. Sin embargo, en una de las cartas se puede leer: “En 24 años que de una manera u otra estuve cerca tuyo jamás vi qué sacarte a cambio de mi trabajo (El mercado, el póker, la remisería, el club). Siempre fui tu empleada, pero definitivamente me cansé”.

No sólo eso, Rivero también involucró a su ex asegurando con su letra que “con la plata de la remisería de puro trabajo y mucho esfuerzo compramos casi todo...”.



Sin problemas

Cuando la Unidad de Investigación Financiera (UIF) intenta comprobar que una persona lava activos, necesariamente debe hacer un análisis de su patrimonio. En base a ello, prueba o no que el sospechoso tiene ingresos superiores a lo que declara en el fisco o en la entidad. En ese sentido, los pesquisas pensaron que sería un problema poder establecer todas las propiedades de “La Chancha” y “El Mono”, los acusados de ser los líderes de la asociación ilícita.

Pero Rivero les dejó todo servido en bandeja: en una carta le propone una separación de bienes. Ella le ofrece, entre otras cosas, que se quede con cinco viviendas, terrenos en Yerba Buena, 12 hectáreas en El Cadillal (que según sus palabras manejaban González y Suárez), una lancha, una camioneta Mercedes Benz y la remisería. Sobre este punto, aclaró: “si limpiás la mierda que tenés adentro, es tu suculenta jubilación”. Por su parte, ella proponía quedarse con cinco viviendas y los terrenos de ARUT (Asociación de Remiseros Unidos de Tucumán).

“Qué persona injusta que sos, vos al igual que yo, no tenías nada de nada cuando te conocí y ahora pretendés dejarme sin nada y vos te das el título de dueño de todo; estás muy equivocado. Esto no lo hago porque estés preso o no, lo hago porque ya me cansé, me hasquié (sic) de todo”, se puede leer en otra parte de una carta.

En el marco de esta discusión, brinda otro dato que fue analizado por los investigadores. “Te podés quedar con la plata que el financista Fabián González presta para vos”, como puede leerse.

Bajo amenaza

Rivero nació en Orán el 25 de diciembre de 1965. De la mano de “La Chancha” fue transformándose en una figura pública. Primero como gremialista (fue la máxima referente de ARUT) y su protagonismo creció aún más cuando se involucró en el club San Martín. Primero fue directiva de la Gerenciadora, después vicepresidenta del club de La Ciudadela y hasta integró el Comité Ejecutivo de AFA como representante de la mesa de la B Nacional.

Y la verdadera situación institucional de los “Santos” también quedó al desnudo en las cartas. “La verdad es mía. Hasta ese millón 300 mil pesos que me encajaste de deuda se la quitaste a tu hijo, rata inmunda vos y el p... de Fabián. Todos saben que la plata estaba en el club. Como todos saben del robo de la boutique por 10 años, el robo de los colectivos y los 11 jugadores que eran de la gerenciadora que eran tuyos, porque en definitiva el boludo de Roberto era un prestanombre”, escribió.

Así como su figura creció con el “Santo”, ella dejó en claro que la condenó. “Uno se puede limpiar de cualquier cosa con el tiempo, pero no te imaginás todas las puertas que se nos cierran y cerraron porque UDS inventaron que Roberto y yo robamos en San Martín”, confesó.

Señalada como una negociadora ágil en su carrera de empresaria, antes de enviar estas misivas tomó sus recaudos. “Ahora, aquí tienen con mi puño y letra para que denuncien. No les tengo miedo. Yo no los amenazo, sólo estoy exigiendo que mi hijo tenga todo lo que por Ley le corresponde”, aseguró.

“Te juro, les juro a todos: maten a todos, maten a mi familia, maten a Roberto, mátenme a mí. Hagan lo que quieran. Ahora verán la forma en lo que van a hacer porque dejé todo en algunos abogados y escribanos”, le advirtió a “La Chancha”. “Les juro que aunque pongan 20 francotiradores. 2.000 policías o 1.000 negros, no les tengo miedo”, agregó.

A los 50 años, Rivero, acostumbrada a vestir bien y llamar la atención con su figura, se encuentra encerrada desde hace más de dos años en un calabozo de la prisión de Güemes, en Salta, esperando ser enjuiciada.
 

Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/687927/policiales/cartas-rivero-le-escribio-chancha-fueron-claves-para-complicar-al-clan-ale.html