La inesperada metamorfosis política de Manzur: Macri y Frigerio lo eligieron como aliado, pese al enojo de Cano

Sábado 23 de Julio de 2016, 08:44

Manzur y Macri. Atrás, Cano.



Una reciente foto sirve para ilustrar el proceso de metamorfosis política por el que atravesó el gobernador tucumano, Juan Manzur. La imagen lo muestra sonriente, en los festejos por el Bicentenario, junto al presidente Mauricio Macri y al titular del plan Belgrano, José Cano, el mismo que hace apenas unos meses lo denunció en la justicia federal por el delito de asociación ilícita para cometer fraude electoral.

Unos días antes de los actos por el Bicentenario, el ex ministro de Salud de Cristina Kirchner había asegurado que "el kirchnerismo es una etapa que ya pasó" y que es necesario "buscar propuestas superadoras" a ese proyecto. Fue tras el escándalo que rodeó la detención del ex secretario de Obras Públicas, José López, de quien Manzur intentó despegarse. "Lo conozco de la campaña", aseguró a la prensa, en alusión a su comprovinciano, que lo acompañó en el gabinete nacional y en la conducción del PJ tucumano y hoy está preso en el penal de Ezeiza.

Ayer, el mandatario volvió a marcar distancias con el kirchnerismo y confió que el peronismo "apuesta a que a Macri le vaya bien".

Manzur asumió en diciembre de 2015 con una falta de legitimidad de origen, debido a los escandalosos comicios provinciales, que terminaron judicializándose, con denuncias de graves irregularidades y los tucumanos protestando en la calle.

Para gobernar en ese escenario adverso, apeló a una gestión de perfil bajo, de diálogo con todos los sectores, y trató de diferenciarse de su antecesor y mentor político, el actual senador nacional José Alperovich, acostumbrado a la exposición pública y a la confrontación.

Manzur entendió, además, que en la actual coyuntura le conviene más mostrarse como un aliado a la Casa Rosada que como opositor, con un PJ que no termina de acomodarse tras la sucesión de acontecimientos que sacaron a la luz la corrupción kirchnerista.

"Tenemos que acompañar para que a Macri le vaya bien, para que le vaya bien a la Argentina y a Tucumán", repite Manzur cada vez que le preguntan sobre su relación con el gobierno nacional.

Manzur es consciente de que el Presidente necesita cada uno de los votos que pueda aportarle el peronismo tucumano en el Congreso y que ello puede asegurarle un buen trato por parte de la Nación.

Tucumán es uno de los ocho distritos que más ayuda financiera recibió del Gobierno, con $ 622 millones hasta ahora, por anticipos de coparticipación. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio tiene contacto permanente con el gobernador peronista y le abrió las puertas de la Casa Rosada, pese a la resistencia de Cano.

La buena relación de Manzur con el macrismo también se tradujo con dos medidas largamente esperadas por la provincia: el aumento del 2% en el corte de alcohol de caña para las naftas y las gestiones para facilitar la apertura del mercado norteamericano a los limones tucumanos.

Este acercamiento con Macri fue interpretado por el núcleo duro kirchnerista como un acto de traición. Incluso, fue una de las razones del faltazo masivo de diputados y senadores nacionales del Frente para la Victoria a la histórica sesión de la Asamblea Legislativa, reunida en la capital tucumana por el Bicentenario.

El gobernador Manzur, que asumió con la Justicia respirándole en la nuca, recibió una buena noticia a fines de junio: el juez federal Claudio Bonadio lo sobreseyó en la causa por irregularidades con el plan Qunita. Un mes después, la decisión del magistrado que más ahínco puso en investigar la corrupción kirchnerista fue apelada por el fiscal Sergio Leonardo Rodríguez, quien pidió a la Cámara Federal que revoque la sentencia. Un dato: el fiscal llegó al cargo de la mano de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1921093-la-metamorfosis-politica-de-manzur-un-aliado-inesperado-para-macri