Lunes 22 de Agosto de 2016, 14:55
El hombre llegó desde el Conurbano hasta Balcarce 50. Atravesó los controles de la Casa Rosada y mantuvo varias reuniones, en el mayor de los sigilos. Varios lo reconocieron por sus apariciones televisivas y lo saludaron con cordial sorpresa: “Hola Intendente, cómo le va”. Los macristas más cerrados ponían cara de circunstancia cuando reconocían al alcalde del poncho, entrando como perro por su casa a cotizados despachos durante 4 horas.