Igualito a Capitanich: PEÑA ordenó a los ministros que "no lean los diarios, esa información deprime y CONTAMINA"

Viernes 26 de Agosto de 2016, 19:44

Jorge Capitanich rompe Clarín y Marcos Peña dice que los diarios son contaminantes.



En la Argentina los gobernantes parecen estar condenados a repetir errores y creerse dueños de la verdad.

En febrero de 2014, a los pocos días de la muerte del fiscal Alberto Nisman, el entonces jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada se enojó por una nota sobre la denuncia de Nisman contra Cristina Kircher, y rompió un ejemplar del diario Clarín, mientras señalaba que "todo esto es basura, todo el tiempo es basura y mentira, por eso es importante que el pueblo argentino sepa quién le miente".

"La verdad siempre triunfa", sentenció Capitanich.

Otro jefe de Gabinete, Marcos Peña, ahora pidió a los ministros de Mauricio Macri: "No lean los diarios. Esa información deprime y contamina".

Peña, quien al mejor estilo K ya lleva repartidos en base al amiguismo -sin parámetros racionales- más de 800 millones de pesos en publicidad estatal, también se asemeja mucho a los cristinistas en su percepción sobre la prensa: es buena cuando alaba al PRO y contaminante cuando realiza críticas.

Veamos parte del comentario de este viernes de Marcelo Bonelli en Clarín:

El fuerte traspié que generó el tema tarifario abrió una fuerte controversia interna en la Casa Rosada. El Presidente enfurecido –el jueves pasado– reprochó y culpó a sus colaboradores por el fallo de la Corte Suprema. Jaime Durán Barba y Marcos Peña, en una reunión de gabinete, volvieron a recomendar una solución al problema.

Fue después de que varios ministros se quejaron por las críticas en los medios de comunicación.

El jefe de Gabinete pidió: “No lean los diarios. Esa información deprime y contamina.”

Martin Lousteau le agregó combustible al revuelo. Durante su último viaje a Buenos Aires sugirió a la Casa Rosada: “La economía no avanza, yo tomaría medidas keynesianas”.

Sturzenegger y Prat-Gay, a solas, hablaron de los temas que se objetan mutuamente: la política fiscal a cargo de Prat-Gay y la estrategia monetaria y las altas tasas que fija Sturzenegger.

Las dos están en observación por la realidad: la economía no despega.

(...) El jefe del BCRA estuvo en Adeba en una reunión secreta con todos los banqueros. Ratificó su dureza monetaria e hizo alarde de aval político: “Atrás mío está Mauricio”. Sturzenegger acusó a los bancos de rechazar la competencia y confirmó que recibe –para sus proyectos– un asesoramiento personal: el de Stefan Ingves, el titular del Banco Central de Suecia. El martes concurrirá a terreno enemigo: estará en la UIA, con el sector más afectado por las altas tasas y la recesión. Juan Carlos Sacco reflexionó: “Quiero saber qué tiene que ver la realidad de Suecia con la Argentina”.