Todo es muy caro en Argentina: la frustrante experiencia de comparar precios con el mundo

Domingo 26 de Febrero de 2017, 09:32

Los productos de consumo habitual en una familia de clase media pueden llegar a costar más del doble que en otras naciones. Infobae recorrió góndolas y vidrieras de varias capitales y el contraste de precios es asombroso.



Las colas interminables en los pasos fronterizos entre la Argentina y países limítrofes -especialmente Chile- se volvieron una constante de cada fin de semana largo. Algo similar sucede con los controles aduaneros en los aeropuertos que tienen conexiones internacionales. Es que para muchas familias argentinas de clase media los viajes se transformaron en grandes excursiones de compra debido a un argumento difícil de batir: los precios.

El sitio Infobae convocó a cronistas de distintos países del mundo para constrastar costos de una gama amplia de productos que incluye electrodomésticos, alimentos, libros e indumentaria. Y la conclusión fue contudente: las etiquetas en las cadenas comerciales argentinas suelen mostrar valores mucho más altos que en otras latitudes.

El contraste es significativo en el sector tecnológico. Un televisor a precio de "oferta" (samsung 40" UN40J5300) cuesta en la Argentina un 85% más que en los Estados Unidos, un 79% más que en Gran Bretaña, un 75% más que en España y un 35% más que en México. La brecha es similar para un celular Sony Xperia Z5 y se agiganta para productos que es más difícil encontrar en el mercado local, como una Mac Book Pro.

Uno podría pensar que las diferencias de precios en el sector tecnológico responden a una política instrumentada por el gobierno anterior para promover la industria manufacturera local y probablemente no estaría errado. De hecho, las autoridades actuales ya anunciaron una quita de aranceles de importación que podría provocar un descenso en algunos productos. Pero los porcentajes son igual de disparatados en otros segmentos.







Basta con recorrer un shopping de Buenos Aires para encontrarse con precios imposibles en algunas prendas de uso diario como puede ser un pantalón o una remera. Por ejemplo, el mismo jean marca Levis que en algunos comercios outlets se puede comprar a $2.000 en México se vende a  800 pesos mexicanos ($622 aprox); en Estados Unidos a USD 40 ($640); en Londres a 60 libras ($1.158) y en España a 80 euros ($1.300).



Algo similar sucede con el modelo Superstar de zapatillas Adidas, que en los últimos meses se puso de moda en la Argentina a un precio de venta que es altísimo cuando se lo compara con otras naciones.



La cultura no es la excepción. Con el reciente estreno de la película que protagonizan Dakota Johnson y Jamie Dornan, en las librerías de todo el mundo creció el interés por el segundo libro de la trilogía de Cincuenta Sombras, escrita por Erika Leonard Mitchell. Pero los fanáticos de la saga que viven en el norte del continente tienen más facilidad para comprarlo. El libro impreso de tapa blanda que en la Argentina se vende entre $380 y $400, en Estados Unidos y México se puede conseguir por 160 (USD 10). Y en Europa es aún más barato: $75 en Gran Bretaña (3,8 libras) y $110 en España (6,6 euros).

Algo similar se advierte en el caso de los automotores, aunque con una brecha en términos monetarios inquietante, sea de tecnología japonesa o americana. Un Honda HR-V 1.8 de 140 CV que en la Argentina se vende a unos $438.000, en el mayor socio del Mercosur, Brasil se puede comprar por 78.700 reales ($391.500 aprox.); en México cotiza a 283.900 pesos de ese país ($220.644 argentinos); en Estados Unidos a USD 19.215 ($297.400); y en España a 21.900 euros ($357.973).



En la Argentina se suele hablar del país como el "granero del mundo" o la nación "del trigo, la carne y (ahora también) la soja". Además abundan frutas, hortalizas, legumbres, y pescados.

Sin embargo, cuando los productos llegan a las góndolas aparecen precios que muy poco tienen que ver con el que reciben los productores primarios y a la población se le tornan en algunos casos inaccesibles para su bolsillo, como lo reflejan los elevados índices de pobreza y los disimulados niveles de indigencia.

Para comparar con otros países es necesario tomar en cuenta el esfuerzo que debe hacer cada trabajador o familia para adquirir una idéntica canasta de alimentos y bebidas con el fruto de su ingreso. Las diferencias no radican exclusivamente en cuestiones cambiarias o de carga de los impuestos, como se esgrime habitualmente en el mundo de los economistas.

De acuerdo con indicadores del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, el ingreso promedio por habitante en la Argentina, determinado por la división de la riqueza que genera cada año (PBI) y la población, es de USD 2.200 por mes, mientras que en los países seleccionados para la muestra es de USD 2.100 en México, entre USD 2.900 y 3.000 en Rusia, Israel y España; y se eleva a un rango de USD 5.750 en Inglaterra y USD 6.370 en los EEUU.



Con esos datos de precios e ingresos Infobae pudo detectar que los argentinos deben trabajar casi el doble que una persona en los EEUU y en España, y casi el triple que en Inglaterra para poder adquirir una idéntica canasta de productos frescos: verduras, carne roja y blanca, lácteos, huevos y también envasados, como fideos, arroz, harina, azúcar, y bebidas cola, cerveza, y café. Prácticamente se equipara con la población mexicana, y, obtiene una moderada ventaja con los israelíes y más aún con los residentes en Rusia.