Simuló un robo para ocultar que le había disparado en la cara a su mujer

Lunes 24 de Julio de 2017, 08:41

La víctima es Graciela Martínez. Su marido disparó en la cara, pero está fuera de peligro. /Foto: Clarín



Los gritos retumbaban en la madrugada fría de City Bell, pero los estruendos de los disparos fueron los que alarmaron al barrio. En una vivienda de 15, entre 460 y 461 de esa localidad del norte de La Plata, Graciela Mafrtínez (36), masajista, madre de tres hijos, recibió un disparo en la cara, después de una discusión con su pareja, José Edgardo Almirón (33), quien ahora está detenido.

Después de la agresión, el hombre llevó a Graciela hasta la guardia del hospital San Roque, de Gonnet. Intentó explicar a los médicos que habían sido atacados por ladrones y que le habían disparado a su mujer. Pero cuando Martínez recuperó la conciencia dijo su verdad y entonces el agresor se quebró y confesó. Quedó imputado por “tentativa de homicidio agravada por el vínculo” y alojado en una seccional de la ciudad.

La investigación, a cargo de la fiscal Betina Lacki, no tiene establecido los detalles y los motivos del brutal episodio. Sí lograron reconstruir cómo era la relación a partir del aporte de vecinos y testigos. Martínez y Almirón vivían en la casa de City Bell desde hace más de 15 años. Tienen dos hijos en común. Y uno más cada uno, de otras relaciones. La mujer trabaja como esteticista y hace masajes de relajación o masoterapia en un local del barrio. Almirón fue empleado y tiene como hobby el ciclismo. En sus perfiles de las redes sociales se lo ve recorriendo rutas en grupos que se dedican a esa disciplina.

Al parecer, desde hacía unos meses el matrimonio estaba en proceso de separación. “Compartían el techo, pero ya no eran más pareja. No se separaron por una cuestión de comodidad y para no perturbar la rutina de los nenes”, confió una persona del entorno de la masajista. Incluso alguno aportó que “parecía que funcionaba” ese vínculo. Y quienes viven cerca de la finca donde ocurrió el ataque aseguraron que no recuerdan casos de discusiones violentas.

Pero en la noche del viernes y primeras horas del sábado algo cambió. Se presume que Almirón detectó un llamado en el celular de Gabriela. Había un mensaje de un muchacho que vive en el barrio y el hombre habría intentado hablar con el emisario del llamado. Volvió a la casa y comenzó una pelea a los gritos. Los hijos –todos menores- vieron parte de las escenas. En un momento, Almirón fue a buscar un arma que tenía “del abuelo” y disparó varias veces. Uno de los proyectiles ingresó debajo del ojo.

Martínez fue operada en el San Roque y según dijeron anoche fuentes sanitarias está fuera de peligro. La bala aún permanece alojada en la cabeza. Almirón le dijo a la Policía que en el camino había tirado el arma. Hubo un operativo rastrillaje y en un baldío de 461 y 13, los peritos encontraron un revolver calibre 32 que sería el que utilizó para el ataque. El caso está casi cerrado. Pero en La Plata la violencia de género instala otra conmoción, a sólo dos semanas de la violación y asesinato de la estudiante de Medicina María Emma Córdoba,en Punta Lara.



Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/simulo-robo-ocultar-baleado-mujer_0_r1LrahG8W.html