Gas pimienta y caos en la pista de baile
Lunes 25 de Mayo de 2015, 07:04
Luego de la polémica desatada en el superclásico entre Boca y River, donde los jugadores "millonarios" fueron agredidos con gas pimienta por un hincha local, esta dramática situación se vivió en la "Madre de Ciudades".
Por la irresponsabilidad de una o varias personas, que aún se trata de identificar, los presentes en el bar sufrieron las consecuencias de este compuesto químico de defensa personal, que irrita los ojos y produce ceguera temporal, además de dificultades respiratorias.
Según trascendió, después de las 5 del domingo, las puertas de un conocido bar de calle Jujuy se abrieron para evacuar a las personas allí adentro, al percatarse del lanzamiento del aerosol. Los testimonios de los presentes dejaron entrever que todo transcurría tranquilamente, hasta que comenzaron los alaridos.
En ese momento se produjeron corridas, empujones y gritos ya que la sustancia tóxica se expandía por todo el salón. Por fortuna se abrió de inmediato la puerta y despejaron la zona.
De acuerdo a lo informado por una fuente que estuvo en el lugar, "se sintió que lanzaron algo, comenzaron a gritar todos. No sabía lo que pasaba, porque estaba lejos de donde pasó, hasta que algunos dijeron que era gas pimienta. Era una revolución adentro, entonces los de seguridad tuvieron que abrir y algunos salieron corriendo".
Por otro lado, otro testigo de lo que pudo ser un desastre, dijo que "fueron diez minutos de pánico. A pesar de que estaba un poco lejos me ardían los ojos y me dolía la cabeza".
Personal de seguridad del local, controló la situación, pero no pudieron encontrar al responsable, quien aparentemente se escapó cuando abrieron las puertas.
La gente estaba apostada en la entrada principal del bar, asustada y algunos bajo los efectos que produce este aerosol, como la falta de aire. Otros fueron invadidos por el llanto y la desesperación, al vivir esta penosa situación.
Llamado de atención
Según se pudo saber, no se realizó la denuncia correspondiente en ninguna dependencia policial, tampoco se requirió la asistencia de ambulancias en el lugar.
Sin dudas, un hecho terrible que para algunos pareció una osadía o momento divertido, pero que podría haberse convertido en una catástrofe. En esta oportunidad, no hubo heridos con lesiones graves, pero esta situación obliga a los propietarios de bares, boliches y, sobre todo, a personal de seguridad y funcionarios policiales a reforzar los controles en los acceso para que no vuelva a suceder.
Fuente: http://www.elliberal.com.ar/ampliada.php?ID=188650
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